Alimentos para bebés de inspiración mundial: cultivar un paladar mundano

assortment of colorful spices and fresh herbs.

¿Alguna vez has considerado cómo la comida puede ser un pasaporte para explorar diferentes culturas y sabores? En Kekoa Foods creemos firmemente en exponer a los más pequeños a los sabores del mundo desde el primer bocado. Este enfoque global de la nutrición no sólo ayuda a desarrollar un paladar diverso sino que también infunde un sentido de curiosidad y aprecio por las cocinas internacionales.

Al introducir sólidos con este enfoque, su bebé queda expuesto a una variedad de sabores desde el principio. Si los sabores de diversas culturas son comunes en casa, entonces no resultarán intimidantes a medida que su hijo crezca.

La aventura comienza en casa

La creación de comidas de inspiración mundial para su bebé puede comenzar con un simple puré de aguacate, un alimento básico de la cocina mexicana, o una reconfortante papilla de arroz japonesa conocida como 'okayu'. Inspirándonos en diferentes culturas alimentarias, podemos presentarles un mundo de sabores a nuestros hijos. Las texturas y sabores de los diferentes tipos de alimentos ampliarán el paladar de tu bebé desde temprana edad.

Condimentarlo

Contrariamente a la creencia popular, los bebés pueden soportar más que alimentos blandos. Muchas culturas de todo el mundo llevan siglos incorporando especias a la comida para bebés. Un toque de canela en puré de camote o una pizca de cúrcuma en lentejas pueden abrir un mundo completamente nuevo de sabores para tu bebé. Si machaca aguacate, no dudes en convertirlo en guacamole agregando un poco de cilantro fresco y lima.

La textura importa

Las diferentes cocinas ofrecen una variedad de texturas que pueden resultar interesantes para los bebés. Por ejemplo, una suave y cremosa salsa tzatziki griega, una sedosa polenta italiana o el grano de una papilla de mijo africano pueden ser experiencias interesantes para el paladar en desarrollo de su bebé. La textura es un componente importante de los alimentos para bebés que determinará si su hijo quiere seguir comiéndolos. Al exponerlos a muchas texturas diferentes de manera constante, es más probable que quieran seguir probando alimentos nuevos.

Verduras alrededor del mundo

Cada cultura tiene su forma única de cocinar las verduras. Tome una hoja de la cocina coreana con un suave 'japchae' de verduras u opte por un puré de zanahoria y camote al estilo marroquí. Estos platos brindan una oportunidad emocionante para presentarles a los bebés sabores globales y al mismo tiempo garantizar que consuman sus verduras. Cocina estas comidas para toda la familia para que tu bebé pueda ver cómo sus padres también las disfrutan.

Saborea los granos

Los cereales son un alimento básico en casi todas las cocinas. Pueden ser un gran vehículo para el sabor y una excelente fuente de nutrición. Considere un 'khichdi' indio ligeramente condimentado hecho con arroz y lentejas, o un plato de cuscús del Medio Oriente para la comida aventurera de su bebé.

Fusión de frutas

Las frutas son universalmente amadas por los bebés. Pero en lugar de la habitual manzana o plátano, considere frutas que son populares en diferentes cocinas. La papaya, comúnmente utilizada en platos tailandeses, el mango, un favorito de la cocina india, o el kiwi, una fruta originaria de China, pueden ser sabores nuevos y maravillosos para su bebé. Utilice el paquete variado Fruit Forward de Kekoa Foods para presentarle a su bebé una variedad de frutas diferentes, en combinaciones de sabores aventureras como manzana y jengibre.

Criar a un consumidor con mentalidad global es un viaje que implica explorar una amplia gama de sabores y texturas. Y quién sabe, su pequeño comensal mundano podría desarrollar afición por la misma cocina internacional que usted disfruta.


Fuentes:

Notas a pie de página

Nicklaus, S. (2011). Aceptación de los niños de nuevos alimentos al destete. Papel de las prácticas de destete y de las propiedades sensoriales de los alimentos. Apetito, 57(3), 812-815. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21889592 ↩

Cashdan, E. (1994). Un período sensible para aprender sobre la comida. Naturaleza humana, 5(3), 279-291. https://link.springer.com/article/10.1007/BF02692155 ↩