Exponer a los bebés, niños pequeños e incluso niños pequeños a una variedad de sabores y texturas puede tener beneficios a largo plazo para su salud y bienestar. La exposición temprana y repetida a diferentes tipos de alimentos saludables puede ayudar a los niños a desarrollar una dieta diversa y saludable y reducir el riesgo de alimentación selectiva y neofobia alimentaria (el miedo a nuevos alimentos).
Un estudio de 2009 publicado en la revista "Appetite" encontró que los niños que estuvieron expuestos a una mayor variedad de frutas y verduras durante la infancia y la primera infancia tenían más probabilidades de comer una variedad más amplia de alimentos y tener una dieta más saludable en el futuro. El estudio también encontró que la exposición repetida a nuevos alimentos aumentó la aceptación de esos alimentos por parte de los niños con el tiempo.
Otro estudio publicado en el Journal of Nutrition Education and Behavior encontró que la exposición temprana a una variedad de texturas y sabores aumentaba la disposición de los niños a probar nuevos alimentos y aceptarlos en sus dietas. El estudio también encontró que la exposición a una variedad de sabores y texturas en la infancia y la primera infancia se asociaba con un menor riesgo de sobrepeso y obesidad en la niñez posterior.
Además de mejorar los hábitos alimentarios y fomentar una alimentación saludable en los comedores selectivos, exponer a los niños a una variedad de sabores y texturas también puede tener beneficios para el desarrollo. Las investigaciones han demostrado que el sentido del gusto juega un papel importante en el desarrollo cognitivo y la exposición a una variedad de sabores y texturas puede ayudar a estimular el desarrollo del cerebro en los niños pequeños.
Además, exponer a los niños a una variedad de alimentos y sabores saludables también puede promover la diversidad cultural y la socialización. Al exponer a los niños a diferentes cocinas y tradiciones culturales, los padres pueden ayudar a inculcarles el aprecio por la diversidad y fomentar la socialización a través de la comida.
Profundizar en gran parte de esta investigación informó las decisiones que tomamos en Kekoa sobre los ingredientes y qué combinaciones de frutas, verduras y especias darían como resultado el objetivo de expansión del paladar que nos propusimos lograr. Dedicamos mucho tiempo a producir numerosas recetas de bolsas de comida para bebés, porque sabíamos que exponer a los niños a una variedad de sabores y texturas a una edad temprana puede tener importantes beneficios a largo plazo para su salud, bienestar y desarrollo.