Cuando se trata de la dieta de su bebé, las grasas saludables desempeñan un papel crucial para apoyar su crecimiento, desarrollo cerebral y bienestar general. Si bien alguna vez se pensó que las grasas eran perjudiciales, ahora entendemos la importancia de incluirlas en una dieta equilibrada , especialmente para los bebés.
Veamos por qué es esencial incorporar grasas saludables en la dieta de su bebé y también algunas pautas detalladas sobre cómo introducirlas.
Apoyando el desarrollo del cerebro
Las grasas saludables, específicamente los ácidos grasos omega-3, son vitales para el desarrollo del cerebro de su bebé. El DHA (ácido docosahexaenoico), un ácido graso omega-3, desempeña un papel clave en la función cognitiva y la agudeza visual. La incorporación de fuentes de DHA, como pescados grasos como el salmón o la trucha, o fórmulas infantiles fortificadas, puede contribuir al desarrollo óptimo del cerebro y puede ayudar a respaldar las capacidades de aprendizaje y memoria.
Absorción de energía y nutrientes
Las grasas son una excelente fuente de energía para tu bebé. Proporcionan más del doble de calorías en comparación con las proteínas o los carbohidratos, ofreciendo energía sostenida para apoyar su crecimiento y desarrollo. Además, ciertas vitaminas, como las vitaminas A, D, E y K, son solubles en grasa, lo que significa que requieren grasas dietéticas para su absorción. Incluir grasas saludables en las comidas de su bebé ayuda a garantizar que pueda beneficiarse de estos nutrientes esenciales.
Bloques de construcción esenciales
Las grasas son cruciales para la formación de membranas celulares y la producción de hormonas importantes. Proporcionan aislamiento y protección a los órganos, ayudan en la absorción de vitaminas liposolubles y ayudan a regular la inflamación en el cuerpo. Incluir grasas saludables en la dieta de su bebé proporciona los componentes básicos necesarios para sus procesos fisiológicos y su salud general.
Introducción a fuentes de grasas saludables
Al incorporar grasas saludables a la dieta de su bebé, es importante elegir fuentes adecuadas. Aquí hay algunas opciones a considerar:
Aguacates y aceite de aguacate : Esta fruta cremosa es rica en grasas monoinsaturadas, que se consideran grasas saludables. Estas grasas son importantes para el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso del bebé.
Pescado: El pescado puede ser una rica fuente de grasas saludables, particularmente ácidos grasos omega-3. Estas grasas son esenciales para el desarrollo del cerebro y la salud del corazón, y también ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo.
Aceite de Oliva : Un aceite versátil rico en grasas monoinsaturadas, ideal para saltear o rociar sobre verduras cocidas.
Lácteos enteros: si su bebé tolera los lácteos, podría considerar optar por opciones enteras como leche entera o yogur natural para proporcionarle grasas saludables y calcio. Dicho esto, las recomendaciones actuales de la AAP, las de 2022, sugieren cambiar a su niño pequeño a leche entera a los 12 meses si no va a continuar amamantando. Luego, cambie a leche descremada o baja en grasa cuando su hijo cumpla dos años.
Incorporar grasas saludables a la dieta de tu bebé es crucial para su crecimiento, desarrollo cerebral y bienestar general. La inclusión de ácidos grasos omega-3 apoya la función cognitiva, mientras que las grasas saludables proporcionan energía, ayudan a la absorción de nutrientes y sirven como componentes esenciales.
Al presentarle alimentos sólidos a su bebé , considere incorporar fuentes como pescado, aguacates y aceite de oliva/aguacate. Cada niño es diferente, por lo que es importante consultar con su pediatra o un dietista registrado para obtener orientación personalizada sobre cómo incorporar grasas saludables en la dieta de su bebé.
Referencias:
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